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Conductor de TV, Asesor de nutrición y Coach de estilo de vida

Evitar engordar por estrés

El estrés, las hormonas que libera y los efectos de los alimentos ricos en grasas y azucarados empujan a las personas a comer en exceso.

A corto plazo el estrés puede quitar el apetito. El hipotálamo produce corticotropina, que suprime el apetito. El cerebro también envía mensajes a las glándulas suprarrenales encima de los riñones para expulsar la hormona epinefrina (adrenalina), esta ayuda a desencadenar la respuesta de lucha o huida del cuerpo, un estado que temporalmente detiene las ganas de comer.

Si el estrés persiste, las glándulas suprarrenales liberan cortisol, que aumenta el apetito y también la motivación en general, incluida la motivación para comer.

Investigaciones han demostrado que la angustia física o emocional aumenta la ingesta de alimentos ricos en grasa o azúcar. Los altos niveles de cortisol, en combinación con altos niveles de insulina, pueden ser responsables.

Cómo contrarrestar el estrés

Meditación: Los estudios muestran que reduce el estrés, ayuda a ser más conscientes de las elecciones de alimentos y prestar más atención al impulso de tomar un alimento que contenga grasa y azúcar e inhibir el impulso.

Ejercicio: Investigadores de University of California señalan que el ejercicio puede mitigar algunos de los efectos negativos del estrés. Algunas actividades, como el yoga y el tai chi.

Apoyo social: Los amigos o la familia pueden tener un efecto amortiguador sobre el estrés, por ejemplo, las personas que trabajan en situaciones estresantes, como los departamentos de emergencia de los hospitales, tienen una mejor salud mental si cuentan con un apoyo social adecuado.

Con información de Harvard Health

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