La fórmula para lograr que el ejercicio sea eficiente son: el calentamiento previo, el entrenamiento en sí y la fase de recuperación.

Esta última es muy importante, porque reduce las lesiones y da tiempo para recuperarse del desgaste, señala la BBC.

Es necesario volver a hidratarse, con agua o una bebida isotónica; también reponer la reserva de glucógenos y consumir carbohidratos de absorción lenta. Se recomienda los cereales como el arroz, las legumbres, el pan o la pasta.

Es vital consumir proteína, esencial para el crecimiento y reparación de los tejidos musculares que se desgastan. Una buena opción son los huevos, lácteos o batidos.

Otro aspecto importante es la vuela a calma del organismo, realizando estiramientos de baja intensidad y en la posición más cómoda posible, con esto los músculos se relajaran, el sistema respiratorio se normalizará y  bajaran las pulsaciones. Un ejercicio suave de 10 minutos también ayuda a eliminar las sustancias tóxicas.

Ya recuperado el cuerpo, se puede regresar al entrenamiento.