La OMS estima que más de 17.5 millones de personas murieron en 2012 de infarto de miocardio, 3 de cada 4 de estas muertes se registraron en países de bajos y medianos ingresos, afectando por igual a ambos sexos.

El 80% de los infartos de miocardio son prevenibles. Estas son algunas sugerencias para reducir los riesgos:

Dieta sana:

La dieta equilibrada es fundamental para la salud del corazón, por lo tanto, se recomienda consumir frutas, verduras, cereales integrales, carnes magras, pescado y legumbres, y poca sal y azúcar.

Ejercicio:

30 minutos diarios contribuyen a mantener el sistema cardiovascular en forma.

Consumo de tabaco:

El consumo y la exposición de humo del tabaco es peligrosa, sin embargo, el riesgo de infarto de miocardio disminuye luego de dejarlo.

Verificar y controlar el riesgo:

• Valorar la tensión arterial: si está elevada hay que cambiar el estilo de vida, por lo tanto, es importante aumentar el ejercicio físico y cambiar a una dieta con menos sal.
• Medir los lípidos en la sangre: El aumento del colesterol en la sangre incrementa el riesgo de infarto de miocardio, su control requiere una dieta saludable.
• Controlar el azúcar en la sangre: el exceso de azúcar en la sangre aumenta el riesgo, así que, para reducirlo es importante que se controle la tensión arterial y el azúcar en la sangre.

El importante consultar al médico para asesoramiento y estimar el riesgo.